Con una pera en la mano, Philippe VAN HAELST explica: «Así, la pera se ve perfecta. Pero si lo giras, ves una mancha podrida, por ejemplo. Por supuesto que no quieres eso en una caja. Sin embargo, el problema es que las peras son difíciles de girar automáticamente. »

La salida de la pera del bin es un proceso estándar. La innovación comienza a la entrada del calibrador. Las peras se separan una por una, para que todas sean posicionadas longitudinalmente. Una vez en el transportador especial con dedos, se analizará la parte superior, luego, con un diseño ingenioso, la pera se voltea y el lado que estaba abajo será entonces analizado. Debido a este diseño innovador el control de calidad interno con el IDD4 también está garantizado. Así, en la salida, el empacador solo tiene que tomar la pera y colocarla en la caja.

«Con esta máquina siempre puedo garantizar la calidad de mis peras. Porque con otros calibradores no se tiene la garantía de haber analizado todos los lados de la pera. Además, la máquina garantiza la uniformidad de la producción. Porque, ¿quién determina realmente cuándo una pera está demasiado torcida? La máquina siempre juzgará esto de la misma manera. De esta forma ahorro más del 30% de mi mano de obra porque los empleados solo tienen que poner las peras en la caja. Sin embargo, es principalmente una inversión en calidad. Estoy seguro de que las peras en mis cajas no contienen manchas podridas »

Philippe VAN HAELST - Propietario